viernes, 4 de febrero de 2011

Manos sobre el volante


Para entender bien la finalidad del volante es necesario entender antes el principio de inercia.

La Inercia es un comportamiento común a todos los cuerpos materiales, y se puede resumir como la resistencia inherente de todos los objetos a los cambios de velocidad y/o en la dirección del movimiento.
Un objeto sin movimiento tiende a mantenerse en reposo, uno en movimiento tiende a conservar ese mismo movimiento y a seguir en la misma dirección.

Un ejemplo de inercia lo tenemos cuando frenamos un vehículo violentamente, entonces nuestro cuerpo y cabeza tenderá a seguir hacia delante, es decir, que por inercia nuestro cuerpo, que estaba desplázandose anteriormente, debe seguir desplazándose en la misma dirección luego de frenar (demostrando la importancia de usar cinturón de seguridad).
Si en cambio, nuestro automóvil está detenido y arrancamos acelerando bruscamente, nuestro cuerpo y cabeza se irán hacia atrás, ya que como dijimos anteriormente, un cuerpo en reposo tiende a mantener también ese reposo.

La inercia se da obviamente también en el motor, el pistón ejerce fuerza de empuje al cigüeñal - un cigüeñal es un eje acodado, con codos y contrapesos que transforma el movimiento rectilíneo alternativo en rotatorio y viceversa.
El volante, que sencillamente es una rueda pesada colocada a un extremo del cigüeñal, acumula la inercia regulando el movimiento del cigüeñal.

El volante cumple también la función de facilitar la puesta en marcha al hacerse girar el motor mediante el arranque eléctrico, el cual pone en movimiento el volante y a su vez el cigüeñal, logrando el funcionamiento del motor.

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